CAFE’19: Ronda 4

Un astuto plan en acción. ¡Con un porcentaje de éxito del 100% asegurado!

MESA 1

Durante esta última ronda de las clasificatorias me llamó la atención esta mesa y la novedosa estrategia de Juanjo, el novato no participante, que podría ser bautizada como “Todo por Prusia Oriental”, ya que los cuatro generales Rusos y sus trenes de suministro estaban dedicados exclusivamente a la conquista de Prusia Oriental y la destrucción de Lehwaldt (P8). Los demás Aliados (Andreas con Austria y Javier con Francia) sentían que de esta forma Rusia estaba haciendo la vida de Prusia (Alex Calderón) más fácil. Poco más tarde, con Prusia Oriental despejada y Francia fuera de la partida (ronda 11), fue Juanjo mismo quien advirtió el inconveniente fatal de esta estrategia – que el juego puede bien haberse acabado antes de si quiera haberse acercado al resto de los objetivos Rusos.

¡Y sin embargo funcionó! Rusia permaneció en el juego lo suficiente como para barrer de su camino al Prusiano solitario que un sobreconfiado Alex había enviado a detenerle y conquistar todos los objetivos restantes para la ronda 18. ¿Qué creéis, Juanjo simplemente tuvó suerte, o es un genio disfrazado?

Es pronto en el juego y José Manuel asume la tarea de quitar un marcador de reloj, dado que David Önkür está demasiado ocupado calculando sus posibilidades de llegar a la final, y Arnold sus posibilidades de ganar la partida.

MESA 2

Al comienzo de esta ronda John McCullough (Rusia) y David Önkür (Francia) se encontraban respectivamente en la 5ª y 6ª posición de la clasificación, y ambos tenían posibilidades de alcanzar la final si conseguían anotarse una victoria en esta partida. Desafortunadamente para ellos, Arnold llevó a cabo una defensa tan inspirada como agresiva que les contuvó, mientras que José Manuel (Austria) ocupaba su tiempo en quejarse de sus cartas tácticas y no llevó a cabo su primer ataque hasta el turno 6 ó 7.  Desafortunadamente para Arnold, tanto Francia como Rusia permanecieron mucho tiempo en juego (Elisabeth aguantó hasta la ronda 18), y José Manuel de alguna forma consiguió obtener las cartas que necesitaba, y entonces la agresividad inicial de Prusia acosó a Arnold más tarde a medida que empezaba a quedarse sin cartas (Lord Bute en el turno 14) y medía su tiempo con el cronómetro desde bastante pronto. Tras rendirse a José Manuel en el turno 19 se podría decir que Arnold había tenido un éxito del 95% con Prusia – hubiera ganado una ronda más tarde – pero un éxito del 100% en aplastar las esperanzas de John y David de llegar a la final.

Los Rusos de Mark están en movimiento bajo la atenta mirada de Alberto. Advertir el apilamiento triple Prusiano en medio del tablero en la frontera entre Silesia y Sajonia, embarcados en una jugada arriesgada pero exitosa.

MESA 3

Alberto (Prussia) y Björn ya estaban clasificados en la final antes de esta ronda. Meramente necesitaban no fastidiarse para anotarse suficientes puntos como para pasar. Prusia rápidamente abandonó Silesia a su suerte y se concentró en Sajonia. Mas el apilamiento de 3 generales que mantenía allí abandonó temporalmente el sector de diamantes en torno a Radeberg y atacó a un general Austríaco en el vecino sector de tréboles de Silesia, asumiendo un riesgo inmenso dado que ya estaba luchando en tréboles contra Rusia (Mark) y Björn fue capaz de situar un apilamiento de 2 generales en Bautzen, en la frontera entre diamantes y tréboles, con una buena posibilidad de tomar sin oposición este objetivo primario, que era el último que le quedaba. El Destino intervinó entonces enviando a Elisabeth a su tumba (ronda 9) lo que permitió a Alberto atacar Bautzen e intercambiar sus tréboles por los diamantes de la mano de Björn. Tras la partida Alberto confirmó que había sido bastante necesario correr este riesgo, dado que se encontraba muy escaso en diamantes. Las cosas se calmaron tras este par de intensas rondas. Björn no pudo recuperar sus cartas de diamantes gastadas, Mark resultaba inerme jugando únicamente con Suecia, y Juan (Francia) fue mantenido a raya por Alberto, quien ganó tras 17 rondas, y llegando a la final lo mismo que Björn.

David le da a la mesa su sonrisa y un ambiente desenfadado durante una tensa batalla entre Hanover y Francia.

MESA 4

Asumiendo el mando de los Prusianos en su última partida del campeonato, Alexander Schröder decidió concentrar su defensa en Silesia formando allí un apilamiento triple. Esta decisión dió resultados frente a Austria (Andrew) al quedar el Imperio abandonado a sus magros recursos mientras que Austria se concentraba contra Silesia durante toda la partida. Que las reducciones de subsidios llegasen tarde – aunque seguidas, turnos 16 y 17 – y justo despúes del abandono de Suecia y Rusia (rondas 14 y 15) también contribuyó a reforzar la defensa Prusiana. David Fernández nunca fue capaz de conseguir gran cosa con las piezas verdes al estar permanentemente escaso en tréboles.  Carente de cualquier apoyo por sus aliados, Daniel Pastor se podía dar por contento con mantener 8 objetivos al final de la partida en el turno 20, con la victoria recompensando la sólida estrategia Prusiana.

Sin saber que estaba tan cerca de la victoria como de la derrota, Maurice barrunta con sus cartas acerca de la conveniencia de continuar la batalla en curso contra Rusia. Advertir los Hanoverianos (azul claro) en Sajonia.

MESA 5

Si jugar con Prusia el domingo por la mañana con todo el cansancio acumulado de dos días de juego intenso no fuera suficiente, Maurice también tiene que verselas con dos campeones como enemigos: Anton con Rusia y Guy con Austria. Prusia Oriental fue despejada por Anton en las rondas 3-4 y la defensa principal de Prusia contra Rusia se desplazó al sector de corazones alrededor de Küstrin, lo que presagiaba un desastre dado que más al oeste los últimos objetivos de Francia (Felix Schmücker) también se defendían con ese palo a raíz del abandono del área por Hanover. Y justo entonces muere Elisabeth (ronda 7) y parece que Maurice ha salvado la situación.

¿O tal vez no? Silesia fue abandonada rápidamente a Austria para concentrar la defensa en Sajonia, apoyada por la presencia allí de los Hanoverianos. Desafortunadamente para Maurice, Guy tenía una mano muy cargada con el palo decisivo (diamantes) y fue capaz de anotarse la victoria en el turno 9 a pesar de la presencia de las piezas azul claro en Sajonia. En esa misma ronda Felix hizó un último intento de tomar sus dos últimos objetivos, pero se quedo sin corazones y fracaso.

Lo gracioso de todo esto es que, con la distribución de las Cartas del Destino en esta partida, Maurice hubiera ganado esta partida en el turno 10. ¡Tan sólo necesitaba aguantar una ronda más!