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Un año más los jugadores veteranos de Friedrich del Club Dragón se fueron a Berlín para participar en los Mundiales. No se cubrieron de gloria, pero por lo menos volvieron algo salpicados. Ganamos cada uno por lo menos una partida: se llevó Alberto el Faire Ehrensvärd por su comportamiento caballeresco; un servidor llegó a la final por segunda vez consecutiva solo para fracasar de nuevo en el papel de Elisabeth; Alex consiguió poner fin a una mala racha y triunfó con Friedrich; y Joselito sigue siendo el único jugador que nunca ha perdido en este papel en la fase eliminatoria, ¡todo un logro! También ganó con Austria y tan solo la salida muy temprana de los rusos le dejó sin posibilidades. Mientras tanto el experto y normalmente casi imbatible Anton Telle, todavía algo indispuesto debido a una gripe, perdió frente a su contrincante en la final del año pasado Peter Hannappel, ¡la venganza y el cangrejo de río, se sirven en plato frío! Este ganó sus cuatro partidas pero no pudo jugar por la tarde debido a un compromiso laboral. Entonces el segundo clasificado, el inglés John McCullough, tuvo la primera elección de papel en la final, y a pesar de haber cosechado el Goldene Hildi, premio de consolación en el 2018, supo defenderse bien con las fichas azules y se alzó con una merecida victoria.
Se puede destacar como siempre la buena organización del diseñador del juego Richard Sivél, cuyas dotes de omnipresencia no alcanzo a comprender. Todo salió a pedir de boca y hasta supo conseguir más cervezas a una hora intempestiva y así hacer frente al ritmo de consumo de los nuevos jugadores berlineses. Simultáneamente hacía de jugador de reemplazo y hasta sacaba tiempo para revisar y corregir las nuevas reglas universales de torneo. Sin embargo, hay que arrebatarle sin miramientos el título inglés que ganó en el 2017 (en aquella ocasión mis rusos aguantaron unos nueve o diez turnos…).
Para los más atrevidos ya se está organizando el próximo campeonato en York, FriedrichUK 2020. John dará a conocer las fechas exactas una vez que haya consultado con las monjas del lugar.
